Jueves, 02 de Julio del 2020

Lineamientos 2020-2: mantener la calidad académica

Para llevar a cabo el segundo semestre, la Comisión de Planificación del Semestre 2020-2 ha trabajado la propuesta de lineamientos para el desarrollo académico de la Universidad en la modalidad no presencial.

La emergencia sanitaria ha colocado una serie de desafíos extraordinarios para el desarrollo de la educación superior en general. Y, a pesar de las dificultades, gracias al esfuerzo de la comunidad PUCP, y la implementación de diferentes medidas, se pudo sacar adelante el semestre 2021-1 y ya se está trabajando para que en la segunda parte del año se implementen las mejoras sobre la base de lo avanzado.

En ese marco, se conformó la Comisión de Planificación del Semestre 2020-2. Esta es una instancia que surge como una iniciativa del Vicerrectorado Académico con el objetivo de establecer los lineamientos respecto a la planificación de cursos, la asignación de horas lectivas de los profesores, así como los requerimientos para la organización e implementación del 2020-2.

Integrantes de la Comisión de Planificación del Semestre 2020-2
Carmen Díaz (directora de la Dirección Académica del Profesorado), Claudia Zapata (directora de la Dirección de Asuntos Académicos), Elena Alvites (directora de Estudios de la Facultad de Derecho), Inés Olivera (directora de Estudios de la Facultad de Ciencias Sociales), Mónica Bonifaz (jefa del Departamento de Ciencias de la Gestión), Quino Valverde (jefe del Departamento de Ingeniería), Julio del Valle (decano de Estudios Generales Letras) y Verónica Crousse (decana de la Facultad de Arte y Diseño).

Planificación

De acuerdo con los lineamientos establecidos por la comisión, entre los puntos generales para el semestre 2020-2, se indicó que la planificación de los cursos debe considerar los resultados de la preinscripción, así como los del semestre 2020-1.

Además, la unidad académica deberá elaborar un plan de adecuación a la modalidad a distancia para los cursos que se ofrecerán en el semestre 2020-2, así como para los que no se pudieron implementar en el primer semestre. Esta medida busca analizar los requerimientos tecnológicos especiales para cada curso (ver cuadro).

Cuadro 

Otros de los desafíos que tuvo la comisión fue atender la diversidad de cursos que ofrece la PUCP, sin lesionar su especificidad ni demandas formativas. Por eso, el documento no pretende dar reglas fijas ni unilaterales. Lo que se busca, señala, es generar criterios claros que permitan a cada facultad manejarse responsablemente y con flexibilidad en este contexto de crisis.

En el punto relacionado a los Requerimientos para la organización e implementación del 2020-2, se ha abordado el tema de los cursos, los alumnos y los docentes.

Respecto al primer punto, los lineamientos señalan que las unidades deben considerar el cuidado de los estudiantes de la PUCP debido a la particular coyuntura que vivimos, donde la dedicación es mayor en la modalidad no presencial. Por ello, se debe identificar el adecuado equilibrio entre la demanda de actividades y las tareas, así como revisar la lógica de las evaluaciones.

las unidades deben considerar el cuidado de los estudiantes de la PUCP debido a la particular coyuntura que vivimos, donde la dedicación es mayor en la modalidad no presencial.

Respecto a los alumnos, se deben implementar programas de tutoría para el desempeño académico en la modalidad a distancia, con énfasis en los cachimbos. También deben desarrollarse actividades de prevención y atención para el buen desempeño de los estudiantes en dicha modalidad, y se les debe brindar asesoría para la toma de decisiones para la matrícula 2020-2.

Finalmente, respecto a los profesores, se debe revisar y mejorar las pautas para la implementación y desarrollo de los cursos en la modalidad a distancia, y se tiene que continuar con las capacitaciones según las necesidades de los docentes.

Experiencia

“La expectativa y premisa principal, y que ha guiado toda la labor y decisiones, es mantener la calidad de la propuesta académica de la PUCP en cada una de sus facultades”, cuenta la Dra. Verónica Crousse, decana de la Facultad de Arte y Diseño de la PUCP e integrante de la comisión.

Sobre su participación en la comisión, la decana indica que ha sido una experiencia motivadora y de mucha responsabilidad, “ya que cada uno de nosotros, como miembros de la comisión, representaba a un grupo distinto: a la Junta de decanos, a la Junta de jefes de Departamento y a las Direcciones de Estudios”. Explica que cada uno aportaba desde sus ámbitos de competencia, “por lo que hemos abordado todos los flancos de la programación académica”.

La expectativa y premisa principal, y que ha guiado toda la labor y decisiones de la comisión, es mantener la calidad de la propuesta académica de la PUCP en cada una de sus facultades”

Dra. Verónica Crousse

Decana de la Facultad de Arte y Diseño de la PUCP e integrante de la comisión

En ese sentido, Crousse destaca el rol que han cumplido las juntas, “pues, a través de reuniones periódicas, han generado los criterios colegiados que luego nosotros, los representantes en la comisión, hemos llevado a las reuniones con el VRAC”. Finalmente, esta articulación permitió que se elabore la propuesta final de los lineamientos.

Por su parte, el Dr. Quino Valverde, jefe del Departamento de Ingeniería y quien también formó parte de la comisión, explica que el gran reto en el 2020-2 es ser “eficientes en la programación y enfocarse en que esta sea una oportunidad de mejora continua de la calidad que el propio contexto mundial demanda”.

Para ello, continúa Valverde, “tenemos que aprovechar las lecciones aprendidas, la retroalimentación de nuestros estudiantes, y la permanente capacitación técnica y metodológica del personal docente que la Universidad pone a nuestra disposición”.

El jefe del Departamento de Ingeniería indica que la dinámica de colaboración entre los integrantes de la comisión les permitió conocer, con más profundidad, “la amplia diversidad de nuestra Universidad, en las perspectivas, saberes y prácticas de las distintas unidades”.

Sin embargo, Valverde explica que esta diversidad, a la vez, “supone dificultades para abordar la definición de criterios generales, y es también uno de los factores del gran potencial que tiene nuestra Universidad”.

Desafíos

La Dra. Verónica Crousse explica que, en el 2020-1, las facultades de las áreas artísticas han enfrentado el gran reto de adaptar sus cursos a la modalidad a distancia. Esto ha supuesto, sobre todo, “replantear contenidos, trabajos y metodologías a través de los cuales se pudieran desarrollar las competencias de aprendizaje de cada curso”, dice.

Asimismo, Crousse cuenta que, en el semestre 2020-1, la Facultad de Arte y Diseño (FAD) consiguió abrir el 82% de los cursos. En total, en este año, señala que la FAD habrá adaptado a la modalidad a distancia cerca de 236 cursos.

En el semestre 2020-1, la Facultad de Arte y Diseño (FAD) consiguió abrir el 82% de los cursos. En total, en este año, señala que la FAD habrá adaptado a la modalidad a distancia cerca de 236 cursos.

Sin embargo, la decana explica que esto es solo posible en un contexto temporal y de emergencia, puesto que “el trabajo en nuestros talleres es una fortaleza que reconocemos en la FAD y que no podemos ni queremos reemplazar”.

“Esperamos que ya desde el 2021-0 podamos retomar nuestra práctica creativa y proyectual en los talleres del campus. De todas maneras, regresaremos fortalecidos, con competencias y destrezas adquiridas, con ciertas certezas y con posibilidades de flexibilización que van a aportar a la mejora de la propuesta formativa de la FAD”, completa.

Por su parte, el Dr. Quino Valverde explica que, como complemento de las clases magistrales, la formación en las especialidades de Ingeniería se apoya fuertemente en las experiencias de campo, talleres y laboratorios.

Tenemos que aprovechar las lecciones aprendidas, la retroalimentación de nuestros estudiantes, y la permanente capacitación técnica y metodológica del personal docente que la Universidad pone a nuestra disposición”

Dr. Quino Valverde

Jefe del Departamento de Ingeniería

Por ello, señala que uno de los mayores desafíos de Ingeniería es mantener, e incluso desarrollar más en el formato de la educación no presencial, la ventaja de contar con una amplia infraestructura y equipos de laboratorio especializados.

Por esto, indica que uno de los frentes en los que están trabajando es “en la creación de experiencias educativas mediante simuladores y generación de entornos digitales inmersivos que, en el futuro, deben potenciar la formación en Ingeniería mediante una estrategia mixta, que combine las ventajas de la virtualización y la presencialidad”.

En el semestre 2020-1, la Facultad de Ciencias e Ingeniería consiguió virtualizar el 74.83% del total programado originalmente. Para el semestre 2020-2, se espera que lo haga un 94.19%.