Jueves, 08 de Setiembre del 2022

Flexibilidad curricular: un camino para fortalecer la competencia profesional

El Consejo Universitario aprobó la Política de Flexibilidad que abre la posibilidad de que los docentes y alumnos tracen rutas de aprendizaje variadas. Con la flexibilidad curricular, los docentes podrán tener grupos heterogéneos que impulsarán prácticas docentes más integrales e innovadoras, y los alumnos podrán acceder a una amplia oferta de cursos de otras facultades y obtener certificaciones.

El mundo laboral actual demanda profesionales con capacidad de adaptación y versatilidad. En ese sentido, la apertura en los planes de estudio busca responder a las nuevas necesidades de formación profesional de los estudiantes, así como a sus intereses personales. 

Hoy se necesitan profesionales con mayor capacidad de reacción al cambio, mayor resiliencia y que aporten ideas innovadoras. Por lo tanto, una propuesta más flexible en su formación le va permitir al estudiante tener las competencias orientadas hacia esa flexibilidad profesional que requiere”.

Claudia Zapata

Directora de la Dirección de Asuntos Académicos (DAA)

Precisamente, la flexibilidad curricular, que forma parte de la flexibilidad en la formación que promueve el modelo educativo PUCP, implica que en los planes de estudio de cada carrera se incluya un número de créditos (dentro de la misma especialidad y fuera de ella) que permitan cubrir las distintas necesidades y potencialidades de los estudiantes. 

Como cuenta la profesora Zapata, en nuestra Universidad, esta flexibilidad se viene trabajando a través de los cursos electivos y los cursos de libre disponibilidad, que se plantearon con mayor énfasis a partir de 2009. Cada alumno ya tenía la opción de poder armar una ruta de aprendizaje distinta a la de sus compañeros, aunque no conducía a ninguna certificación. “Estas opciones de poder cursar ciertas materias en facultades diferentes fueron semillas de la flexibilidad curricular”, menciona Zapata. 

Pero en la última sesión del Consejo Universitario se dio un paso más. La aprobación de la Política de Flexibilidad supone recoger todas las experiencias previas para potenciar esa línea de aprendizaje en favor de los alumnos y docentes.

Con esta disposición, se busca que los estudiantes tengan reconocimientos por haber cursado estas opciones. “Que las ofertas de flexibilidad no sean solo cursos sueltos, sino que se pueda agrupar estas propuestas para ahondar en alguna área, que pueda profundizar en la carrera o ampliar la visión hacia otra”, dice Zapata. 

Proceso gradual que potencia la formación

Para la directora de la DAA, esta política aprobada es la versión 1.0 de un camino que apunta a formar profesionales cada vez más versátiles. “La idea es que haya una oferta amplia [de cursos de distintas facultades] para los estudiantes, no que solo puedan elegir entre una o dos carreras relacionadas históricamente”, refiere. 

En la implementación de la Política de Flexibilidad, cada especialidad deberá reconocer sus áreas posibles de profundización. “Deben reconocer lo que ya tienen y observar cómo se puede volver una concentración (certificación propia de una facultad) en profundidad para nuestros alumnos o de amplitud para afuera (alumnos de otras facultades con cursos obligatorios o electivos)”, describe Zapata. 

La concentración es una certificación propia de una facultad que permite a sus estudiantes o de otras facultades profundizar o complementar sus conocimientos con campos afines o de otras disciplinas. Desde la DAA, se indica que dos facultades ya han empezado a dar los primeros pasos para implementar las certificaciones para el presente ciclo. A su vez, se considera importante el plan de comunicación que se implementará para que los estudiantes conozcan los cursos de diversas facultades a los que podrán acceder. 

Beneficios múltiples

Tener alumnos de otras facultades supone un desafío para los profesores, pero también oportunidades de crecimiento. “Al tener equipos con diferentes conocimientos, el reto será cómo puedo conjugar mis estrategias pedagógicas con un grupo que no necesariamente va a ser homogéneo”, destaca Zapata. 

En ese sentido, la directora plantea que se abre la posibilidad de desarrollar en clase propuestas más integrales e innovadoras, debido a la multiplicidad de miradas. Al traer cada alumno sus conocimientos particulares, las discusiones en el aula se verán alimentadas. 

“No solo se beneficia la práctica docente, sino también el ambiente de aula va a permitir el aprendizaje entre pares. La demanda de un estudiante de otra carrera va a impulsar la innovación”, puntualiza. 

Si desea revisar con mayor detalle el documento de la Política de Flexibilidad, puede descargarlo en el siguiente enlace.